En su famoso oratorio-mimo Carmina Burana (1937) combina la poesía profana del siglo XIII con una música intensa y deliberadamente sencilla para gran orquesta y coro, estructurada con ritmos enérgicos y vibrantes y ricas sonoridades. El estreno de esta obra se produjo en Frankfurt en 1937 y para su composición Orff se basó en una colección de poemas goliardescos de los siglos XII y XIII hallados en 1803 en el monasterio de Benediktbenern en la alta Baviera. Carmina Burana, Catulli Carmina (1942), para coro, solistas, pianos y percusión, en donde el coro proporciona un acompañamiento casi instrumental a los solistas, y Triunfo de Afrodita (1951), para orquesta y coro, son las tres partes del tríptico denominado Trionfi en honor al amor. Es también autor de la ópera Die Kluge (La astuta, 1943) y de Antigonae (1949), de gran austeridad.
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